jueves, 22 de octubre de 2009


El efecto invernadero


El efecto invernadero


El efecto invernadero es producido tanto de manera natural como de manera artificial (principalmente por la industrialización) debido al aumento de los gases invernaderos en la atmósfera. En 1974 los científicos Frank Rowland (estadounidense) y Mario Molina (mexicano) - ambos ganadores del premio Nobel de Química en 1995 - descubrieron la reducción del grosor en la capa de ozono, principal responsable en evitar la penetración de la radiación solar en la superficie terrestre. Actualmente la producción de los gases que provocan el Efecto Invernadero (gases de invernadero) ha aumentado debido a la interveción humana. Estos gases (principalmente el dióxido de carbono - CO2) se encargan de absorber y retener parte de la energía emitida por el Sol, impidiendo que los días sean demasiado calurosos o las noches demasiado frías; el aumento en la emisión de estos gases provoca grandes cambios en el clima a nivel mundial (haciéndolo cada vez más impredecible), sufriendo alteraciones en las temperaturas regionales, en los regímenes de lluvia, en la agricultura, incremento en la desertificacióy la descongelación de los casquetes polares, elevando el nivel del mar y causando inundaciones en las zonas costeras y continentales en todo el mundo.
DESCRIPCIÓN DEL PROCESO
A: Absorción de la radiación emitida por el Sol en las capas atmosféricas. B: Reflexión de la radiación solar absorbida (aproximadamente un 30%). C: Captación de la radiación solar reflejada por los gases invernaderos. D: Expulsión de la radiación solar al espacio. El ciclo formado por los puntos B y C, es el responsable del aumento en la temperatura de las capas más cercanas a la superficie terrestre.

Calentamiento Global

Los objetivos de reducir las emisiones de gases contaminantes de la atmósfera se contraponen a las subvenciones públicas para los empresarios mineros. Las medidas propuestas por el Gobierno para primar el consumo de “carbón nacional” por parte de las empresas eléctricas amenazan la única alternativa energética real y posible: el crecimiento de las energías renovables. El cierre del anacrónico sector del carbón en España exige respuestas exclusivamente sociales para las cuencas mineras. Lo que es irracional es dedicar miles de millones de euros de fondos públicos para intentar apuntalar la no rentable actividad de extracción y quema del combustible fósil del carbón, que es especialmente contaminante y destructivo con el planeta viviente.
Un sistema eléctrico más limpio exige un paquete de inversiones y cambios en el actual modelo energético para aumentar radicalmente la capacidad de producción mediante las fuentes renovables de energía, el fomento el ahorro y la eficiencia, y la inversión en redes eléctricas inteligentes capaces de orientar el consumo y la producción eléctrica de las horas punta de mayor demanda, para maximizar con ello la eficiencia y el aprovechamiento de la energía ya disponible. El carbón que queda debe seguir en el subsuelo, esta es la propuesta de la comunidad científica internacional para frenar el Calentamiento Global.
Existe suficiente producción electrica en España, el problema no está en la cantidad sino en la falta de eficiencia de todo el sistema, incluidas las redes eléctricas y las consecuencias de daño ambiental. Actualmente la capacidad de producción eléctrica es cuatro veces más que el consumo, y España exporta bastante más energía a Portugal y a Marruecos que la que entra de Francia.
La electricidad de la energía eólica y en algunos casos del gas están sustituyendo la producción eléctrica de las centrales térmicas de carbón. Lo que está en juego en el actual debate sobre la ayuda estatal española al carbón es el enfrentamiento entre el carbón y las energías limpias, y no entre el carbón y la energía nuclear. O se continua por el camino de impulsar la emergencia de las fuentes renovables o volvemos a las viejas fórmulas de subvencionar la quema de carbón, el causante más fuerte del Cambio Climático.

domingo, 18 de octubre de 2009